lunes, 17 de noviembre de 2008
Cuando el sol se encondió
Cuando el sol se escondió, comencé a buscarte y miré bajo la lluvia, detrás de las sombras, sobre el cielo, y bajo la luna. No volví a ver tus ojos, ni sentí tu olor, tus rasgos se hacen cada segundo mas borrosos, te esfumas poco a poco, como el perfume de esa noche, veo los minutos pasar despacio, los segundos son eternos, veo tus pasos ir lejos de mi, pero no eres tu, es como si fuese yo misma y no lo comprendo, es extraño verme, verte y a la vez estar cegada por la luz, luz que sale de tus ojos, de tus manos, pero ya no estas y yo aun te veo, pero no te siento, no te siento y no me siento y es extraño, me dejaste, pero no lo has hecho, no es igual que la última vez, antes seguías aquí después de haberte ido y ya no estás, ya no estás. Tomaste mi mano, sentí tu aliento, miré tu sonrisa, todo en un segundo, y fue por última vez, te extrañé, te necesité, te amé y te odié en ese segundo y ahora te veo ir lejos, pero nunca exististe, nunca antes me visitaste, nunca exististe. Es extraño creerte. Ver tus pasos esfumarse y sentir no conocerte, haberte imaginado, haber dibujado tu rostro en la bruma y hacer su sonrisa con espuma de esas noches de playa, oscuras, que ahora me parecen solitarias. Nunca estuviste, nunca estuviste. Y te sentía, pude tocarte, te sentí pero no estabas ahí. Pudiste haber tenido lo mejor de mi y juntos hacer una utopia y seríamos felices, pero no te veo ¿Estás? Se que me escuchas, dentro de ti, dentro de mi, se que me miras o miras lo que fui, caímos nuevamente al mundo del sol, la luna estuvo sentada donde tu mirabas y ya no te siento, dejaste una palabra saliendo de mi boca y ahora se volvió un nudo y las lagrimas que caen formas un arrollo, y de el nacen estrellas que forman un único universo, cuentan historias milenarias, como si siempre nos hubiesen visto y el mar vuela a mi lado lleno de esas lágrimas, lleno de recuerdos y no hay nadie a mi lado y el frío me hiela, la noche no se acaba, si han sido horas o años, no lo he sentido, el tiempo sufre a mi lado, siempre estuvo solo y a la vez tan acompañado, pero no te conoció por eso llora y nada puede suceder, el mundo no existe sin él, sin ti. Las rosas que me diste esa noche se desvanecen y se va el color, lo veo, y se que es el, pero ellas no tienen vida, no tienen vida. Llegaste esa noche, solo vi tus ojos, detrás de la puerta, al otro lado de mi abismo, ya te sentía y supe quién eras, te había esperado toda mi vida, sentada en el umbral infinito de unos ojos que jamás había visto, vi pasar millones, sentí miles, pero supe antes de conocerte que fuiste tu quién me habo esa noche, quién llenó mis sueños, quién cambió el mundo en un segundo eterno, el brillo de tu voz, las olas en tu mirada inundaron la vida que conocía. Te amé. Cambió el color del cielo, las mariposas volaron y con su aleteo me ahogaron en un sueño infinito. Si te sintiese un segundo más, si creyeras en mi, diría todas las palabras que se, trato de hacerte saber, esto es lo mejor de mi. Entiéndeme las estaciones se están yendo y no quiero quedarme sola, menos si existes, menos si eres mi vida y llevas mi aire mientras te alejas. Creo que ha pasado un segundo, pero parecen ser horas, se que ya no estas y lo entiendo, es difícil seguir con esto, no quiero sentirte mas, tienes que salir de mi, tiene que pasar el tiempo y ya todo es como antes, como antes cuando aún no te conocía nada mas que el recuerdo de tu sombra, un lindo recuerdo, una noche, una estrella, la luz, la playa, un recuerdo de tu mirada, algunas noches puedo sentir tu olor o cuando veo las olas ir y venir, escucho tu voz y río y te recuerdo. Esta noche me di cuenta de que mi vida giró en torno a ti, me di cuenta de que soy la persona mas feliz, solo por haberte tenido, por haber podido tocar tu piel, se que estás a mi lado, que me escuchas, que estás ahí, sentado mirándome. Es la luna donde te miras.
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