sábado, 24 de diciembre de 2011

No tittle III

No conseguí dejar de mirar fijamente las manecillas y cada movimiento desataba en mi mente un colapso de emociones, cada segundo que pasaba me hundía más y más en un avismo del que no podía salir. Disculpa- y si no llegaba? y si por esas extrañas cosas de la vida me transformaba en una especie de... -Disculpa, sentí una mano tocando mi hombro un extraño calor el que, después de horas sentada a la interperie en el más crudo de los inviernos que podía recordar, me parecía a lo menos fuera de lugar, sentí que poco a poco comenzaba a quemar mi piel, pero era un calor distinto a otros era profundo hasta violento.
-Disculpa estaba un poco ida, veía la hora ¿En qué lo puedo ayudar?- levanté la vista y a mi lado habia un hombre de cabello castaño oscuro, era alto, su nariz aguileña; me encontré con sus ojos eran claros y profundos, una mirada que nunca olvidaría.
-No fué mi intención molestarla- me dijo algo nervioso mordiendo su labio inferior, tomo la silla que estaba a mi lado- ¿Puedo?