lunes, 9 de noviembre de 2009
so glad
mira
Piensa en la luna, en las estrellas, cierra tus ojos y ve a volar, si me acompañas sería mejor, ahí vez todos mis deseos, todas nuestras ilusiones, aunque no lo creas aun están ahí, no se han ido. Viajan por el universo esperando ser recordadas o simplemente esperando desaparecer en el olvido de las mentes que pierden su vida. Su coraje, las ganas de vivir y ser. Mira allá ahí están tus besos y los míos, juntos como siempre enloquecidos entre ellos, intentando descifrar palabras que ya no salen, ignorando lo que sucede un poco mas acá, viendo como nos destruimos poco a poco como dos enemigos que no saben que en realidad esto va un poco mas lejos, intentando volver a ser uno, ser un nuestro, poco a poco se desvanecen y lloran ¿no lo notas? Aya están mis recuerdos más vivos que nunca, mas tristes cada día un poco mas marchitos, se cansan de ser recuerdos, no hay malos recuerdos pero el solo hecho de serlo los destruye, igual que a mi cada vez que pienso en ellos. Esas son fotografía nunca sacadas, esperan por ser capturadas y formar parte de una historia, esperan con las palabras nunca dichas, que desean con el corazón poder salir, pero no pueden, por que no hay valor, por que tienen una carga tan grande dentro de si, por que sienten tan profundamente, por que tienen tanto amor, que no desean perderse, no desean hacer daño. Mira esos son mis ojos, si esos que lloran, esos que ya no dan mas, esos que brillan mirando todo lo que esta a su alrededor, esos que se están secando con los días, pierden sus fuerzas para seguir, pero las buscan hasta en los mas recónditos lugares por que no quieren perderte un segundo de vista. Mírame allí a mi intentando ser feliz, jugando con el destino, tratando de olvidar, tratando de ser lo mas fuerte posible para nunca perderte, fingiendo que todo marcha a la perfección para no hacerte ningún daño, para verte feliz todo el tiempo, para no llevarte de su lado. Mírame a mi haciendo que todo en tu vida sea mejor, no dejándote caer, mírame viéndote, disfrutando con tu alegría, sufriendo con tu sufrimiento, riendo con tus risas, y llorando cada una de tus lágrimas, mírame a tu lado tal como el primer día, tal como el resto de los días que quedan en mi vida.